viernes, 20 de febrero de 2009

Un mundo nuevo ha sido posible...


Después de leer y reflexionar sobre el escrito de Vicky “Sigue nadando, sigue nadando”, pensé (como dice Vida en el comentario) que en esta vida todo es cuestión de actitud, es decir que todo cambia según como lo tomes o según el espejo con que lo mires…entonces empezó a moverse “algo” dentro de mí…
¿Alguien se ha sentido alguna vez fuera de lugar? Y cuando digo fuera de lugar, es sentir profundamente que perteneces a otro mundo…a uno que un día olvidaste o, más bien, te hicieron olvidar…ese, donde sólo los valientes tienen cabida y los cobardes se pasan la vida diciéndote que no hay más mundo que el “mundo real”…
A veces vuelvo la vista atrás…muy atrás…y me viene a la memoria la historia de una niña con sueños, risas, bailes…llena de luz, alegría, amor…pero inconsciente de que el mundo al que va a pasar a formar parte no es igual que del que procede…que ahora ha entrado en el mundo de la “normalidad”…un mundo gris…donde para tener amor has de ganarlo, donde se ha de ser perfecto, no caben las debilidades…
…ella no entendía lo que le decían no entendía lo que sucedía… ¿Por qué? Si siempre reía, era amada (sin más) de forma incondicional, todo era armonía y coherencia (felicidad)… y se preguntaba: “¿Dónde estaba el mundo al que pertenezco? ¿Qué hago aquí, en un mundo contrario a mi natura?”...pero, nadie la entendía, es más, fue discriminada por “decir tonterías” por ser/pensar diferente de lo “normal”…su día a día se convirtió en un constante, esto no lo hagas, esto no lo digas, y lo que es peor, esto no lo sientas…
…empezó a esconder todo lo que no era “normal” en un lugar que creó dentro de sí misma, infranqueable, un lugar prácticamente imposible de llegar…su corazón… y sobre él empezó a tejer capas y más capas…y comenzó a fabricar el exterior que cubriría todas esas capas…una niña que tenía que esforzarse para ganarse el amor y la felicidad…había que convertirse en una persona “normal-ideal”, una persona gris…
…pero esa niña creció, y se convirtió en una mujer temerosa, insegura, sin fe, sin amor…pero con un comportamiento de lo más “normal”…y empezó una relación de lo más “normal”, pero sin amor…que tenía que funcionar socialmente “normal”…sin embargo, nada crece con unos cimientos tan frágiles…y así fue…no creció, todo lo contrario decreció…
…entonces llegó el día que sin ella saberlo cambiaría todo…
…la luz inundó su ser, pero como ella estaba tan cerrada entre capas no la reconoció y la rechazó…en aquel momento sintió morir…y lo aceptó…paso de ser una mujer forjada con capas y más capas…a ser un ser totalmente inerte, sin vida…todo acabó, todo murió…
…entonces, sin saber muy bien como, apareció en su vida un ser mágico (más bien ya estaba allí hace tiempo y ella no lo veía), un ser especial que le tomó de la mano fuerte y tiró de ella justo antes de que fuera tragada por el pozo oscuro de la desolación, le susurraba: “vuelve a nacer, vuelve a la vida, otro mundo es posible…”…y, volvió a la vida…volvió a nacer, con la promesa de caminar en busca del mundo al cual perteneció…un mundo en el que la magia se respira a cada instante, donde hay risas, alegría y bailes…un mundo coherente, aquel que guardo…y comenzó, paso a paso, de camino por su interior hacía su corazón…
Hace mucho tiempo que leí que el mundo lo creamos en nuestro interior y que fuera de él vemos el resultado de nuestra creación…bueno, quizá no haya que crearlo, simplemente recuperarlo…quizá todos tendríamos que recorrer ese camino de vuelta al mundo que guardamos en nuestro corazón…yo hace un tiempo que empecé a hacerlo y ahora siento que mi vida es más coherente que nunca…y doy las gracias por ello. Quizá es esta la actitud que hay que tener en la vida (a la que hace referencia Vida), quizá es esta la alquimia de Paulo Coelho, o el “Sigue nadando, sigue nadando” de Vicky. Ir hacia nuestros sueños recorriendo el camino hacia nuestro corazón.
FOTO: la imagen es un dibujo que hizo mi sobrina, Elena Sánchez Castillo, cuando le pedí que dibujara su mundo…lo que a ella más le gustase, ya sabéis trabajo en equipo. Gracias peque por colaborar.

1 comentario:

vida dijo...

Cuento triste pero con mensaje...
Sí, esa es la actitud a la que me refiero, no debemos dejar de luchar y de esforzarnos por realizar todo aquello que nos hace felices o nos proporciona un destello de esperanza. Y eso sin duda, sale del corazón, ¿de dónde si no? Muchas veces es complicado, porque como bien dices, sentimos temores formados por prejuicios, que de niños no teniamos...
No hace mucho mi abuela me dijo que no me reconocía, que yo siempre he sido una "niña" muy alegre y que de un tiempo a ésta parte no me reía de nada. Esas charlas con nuestros mayores son geniales, y pienso que si fuera niña (en edad) no podría tenerlas. Asi que sólo por esa razón me encanta ser mayor, y debemos de disfrutar al máximo de cada momento que vivimos y asu vez disfrutar de lo mejor de cuando éramos niños. Asi que os digo como me dice a mi mi abu cada día: SONREIR!!! O al menos intentarlo!!

Besos