domingo, 1 de febrero de 2009

Sigue nadando, sigue nadando...


No hace mucho, durante el mes de enero tuve que preparar un taller sobre el mercado de trabajo actual. En un principio no suponía ningún reto personal ni profesional, ya que en años anteriores ya había preparado talleres similares. Simplemente identificar el público, establecer mi objetivo y buscar la información necesaria para poder presentarla de forma amena.

Así que empecé por el público objetivo; participantes de un Plan Integral de Empleo, todos ellos desempleados con dificultades para su inserción (mayores de 45 años, menores de 30 años sin experiencia y desempleados con más de un año en proceso de búsqueda).

Primer paso conseguido, así que pasé al número dos; ¿qué quería conseguir en ese taller con ese público? En este punto hubiera sido sencillo para mí indicar algunas cifras, nombrar nichos de mercado y competencias requeridas por las empresas obviando en la medida de lo posible la temida palabra crisis. Pero con esto no hubiera conseguido nada, ¿Quién se mueve por un número, por una palabra vacía? Así que decidí hacer frente a la realidad, y es aquí cuando empezó mi gran reto. ¿Cómo afrontar la realidad con optimismo?

Durante más de 15 días estuve navegando por Internet buscando esa realidad sin tintes pero con opciones, dónde poder reflejar no sólo la dificultad de la situación sino también la necesidad de tomar conciencia, aceptando así nuestra propia responsabilidad de la situación, único camino que conozco para emprender la acción.

Casi todos los analistas, eruditos en la materia, por no decir todos, ofrecían una visión oscura y perpetua de la situación, ¡no me podía creer lo que leía! ¿lo ven así? ¿o interesa por algo que se vea así? Dudas y más dudas surgieron en mi mente, cómo era posible que no vieran que esta crisis no era ni la primera ni la última y más aún cómo olvidar que el ser humano se crece ante situaciones complicadas rescatando sus talentos latentes, ¿o no es verdad que la creatividad e innovación supera sus índices en estas etapas?

Yo he aprendido mucho de este taller, gracias a él he hecho mía la filosofía de la película de Nemo; sigue nadando, sigue nadando…

2 comentarios:

vida dijo...

¡Gracias por compartir con nosotros la preparación del taller!Evidentemente seguiremos nadando, el instinto de superación es algo que nunca se pierde, lo único que pasa es que en ocasiones se ralentiza... Ésta etapa que nos ha tocado vivir no es más que una fuerte marejada, necesaria en ocasiones para la vuelta de la calma. Marejada que debe llenar de energía los talentos, que nunca naufragan, sino que aprovechan la situación para seguir nadando con más vivencias, con más fuerza... En definitiva, como dicen "algunos" es cuestión de "actitud".

moni dijo...

Estoy totalmente de acuerdo contigo, en esta vida hay que nadar y nadar…y en el momento en que nos paramos nos hundimos…las crisis son oportunidades de cambio y todo cambio es para siempre para mejor pues nos hace crecer. Me encanta tu entrada, nos recuerdas la parte positiva de una crisis…genial…jejejejeje